jueves, 26 de enero de 2012

Marc Dylan, Brad Star y Marcel Schlutt



Para comenzar esta aventura os hablaré de algo que suele pasarme, por eso seguramente no tengo pareja estable (y no sé si la quiero la verdad) xD

Vaya por delante que mi sueño sería montármelo con los tres...

Por ejemplo, estoy enchochado empollado con un actor porno, me busco todas sus fotos, todos sus vídeos, es como una especie de adoración, de fenómeno fan hacia su cara, su polla, su cuerpo, jeje, ya me entendéis. De repente llega otro que me gusta tanto o más y parece que el otro queda relegado a un segundo plano. En la calle me pasa lo mismo, debe ser que la costumbre me aburre.

El banner de la portada presenta a esos tres tios por los que le he dado a la mano innumnerables veces durante horas y horas, aunque misteriosamente todos me siguen gustando. El primero que me gustó en el tiempo fue el de la derecha, Marcel Schlutt, por su carita y su barba, su polla no está mal pero no me importa tanto. Este tio es un ángel chupando pollas, me encanta mirar su cara cuando lo hace. Su mejor escena que recuerdo es en una de las partes de 'Freaks' creo que la número 4, 'Freaks 4', cuando entre tres tios le chupan el enorme rabo a Peto Coast (joder, es tan grande que necesita a tres).Ya me han dicho en varias ocasiones que me parezco a él y la verdad es que sí nos damos un parecido.



Después llegaron Brad Star (el que sale en medio vestido de granjero) y su culito. En cuanto le vi saltando encima de un buen rabo me enamoré de él. Hace un tiempo anunció su retirada del porno gay, pero poco le duró, regresó como un loco, como activo la mayoría de las veces, pero deleitándonos con sus escenas de pasivo tragándose pollas que se ajustaban a la perfección. Es el culo que más me gusta de todos los actores porno.



El último en llegar se me pasó por alto en algunas escenas, cuando aún no tenía barbita y estaba un poco más rellenito, pero escenas como la última de la de la web cockyboys.com en una pedazo de orgía en que no paraba de chupar rabos con los ojos vendados, en que se la mamaban y se le marcaban los abdominales más que nunca, enq ue se sentaba en las pollas de sus compañeros por turnos, unido a que además se deja correr en la cara, lo convierten en el tio perfecto, Marc Dylan.

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